La televisión argentina en 2024 navegó entre la nostalgia de las figuras icónicas y la irrupción de nuevas plataformas y formatos. Mientras Susana Giménez volvía a la pantalla con una innovadora entrevista a sí misma mediante inteligencia artificial, el fenómeno Gran Hermano continuaba su reinado, aunque con menor intensidad. El año marcó también la salida de Marcelo Tinelli de América y el fracaso de Alejandro Fantino en El Trece, confirmando un cambio de época en la pantalla chica.
El Regreso de las Divas y la Adaptación a la Era Digital
Susana Giménez, con sus 80 años, demostró que la experiencia y la adaptación pueden ir de la mano. Su programa en Telefe, si bien no alcanzó los picos de rating de antaño, se mantuvo como lo más visto los domingos, combinando la presencia de figuras consagradas con las nuevas estrellas del streaming y la música urbana. La entrevista a través de la inteligencia artificial fue un punto culminante, mostrando la voluntad de innovar y atraer a nuevas audiencias.
Mirtha Legrand, con sus 97 años, siguió al frente de sus clásicos almuerzos, aunque con números más modestos. Su presencia en la televisión continúa siendo un símbolo de tradición y un espacio de reconocimiento para las figuras invitadas.
La apuesta por las figuras tradicionales, sin embargo, no siempre dio los resultados esperados. Marcelo Tinelli, tras su salida de América, dejó un vacío que no pudo ser llenado por el Cantando 2024, conducido por Florencia Peña. El programa no logró el impacto deseado y se mantuvo con bajos niveles de audiencia.
Realites: El Pan de Cada Día de la Televisión Argentina
Gran Hermano, el reality por excelencia, continuó siendo un pilar fundamental en la programación de Telefe. Si bien no repitió el éxito arrollador de la edición anterior, se mantuvo como líder en su franja horaria, generando debates y polémicas en redes sociales. El personaje de “Furia”, aunque no ganador del certamen, se convirtió en un fenómeno mediático, demostrando el poder de los realities para crear figuras y narrativas.
Otros realities, como Bake Off Famosos conducido por Wanda Nara, lograron buenos resultados, consolidándose como una alternativa de entretenimiento para el público. Sin embargo, no todos corrieron la misma suerte: Survivor, con la conducción de Marley, y Por Amor o Por Dinero, con Alejandro Fantino, no lograron convencer a la audiencia y fueron levantados de la grilla.
La Ficción: Un Género en Crisis
El 2024 fue un año flojo para la ficción nacional en la televisión abierta. La falta de producciones nuevas y la apuesta por latas turcas en Telefe evidenciaron una crisis en el género. “Margarita”, la precuela de “Floricienta” producida por Cris Morena, no logró el éxito esperado en Telefe, a pesar de su disponibilidad en la plataforma de streaming Paramount+.
Esta situación plantea interrogantes sobre el futuro de la ficción en la TV abierta. ¿Se debe a la falta de inversión, a la competencia del streaming, o a un cambio en los gustos del público? Lo cierto es que la ausencia de historias locales de calidad deja un vacío en la pantalla chica.
El Streaming: ¿Amenaza u Oportunidad?
La irrupción de plataformas como Netflix, Amazon Prime Video, Disney+ y las locales como Flow y Paramount+, ha transformado el consumo de contenidos audiovisuales. El público joven, en particular, migra hacia estas plataformas en busca de contenidos on demand y mayor variedad.
Sin embargo, la televisión abierta no se resigna a desaparecer. La presencia de figuras del streaming en programas tradicionales, como la visita de Nicolás Occhiato y Flor Jazmín Peña a Susana Giménez, demuestra una búsqueda de sinergia entre ambos mundos. Además, la televisión sigue siendo un medio masivo de acceso gratuito, con un rol fundamental en la difusión de noticias y eventos en vivo.
El desafío para la televisión argentina en el futuro será encontrar un equilibrio entre la tradición y la innovación, adaptándose a las nuevas formas de consumo y ofreciendo contenidos atractivos para un público cada vez más fragmentado. La competencia con el streaming no se trata de una lucha a muerte, sino de una oportunidad para reinventarse y encontrar nuevas formas de conectar con la audiencia.