La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral está generando un debate apasionado, especialmente en torno a su uso en las entrevistas de trabajo. Mientras algunos ven en la IA una herramienta eficiente para agilizar la selección de personal, otros expresan serias preocupaciones sobre la deshumanización del proceso y la posible discriminación algorítmica. Este debate, además, está marcado por una clara división generacional.
La brecha generacional ante la IA en las entrevistas
Un estudio reciente, basado en una encuesta realizada por Talker Research, arrojó resultados sorprendentes. El 43% de los encuestados mostraron incomodidad ante la idea de ser evaluados por una máquina, mientras que solo el 32% se mostró a favor. Sin embargo, al analizar estos datos por grupos etarios, se observó una divergencia significativa entre generaciones.
La Generación Z (18-27 años) demostró una mayor aceptación de la IA en las entrevistas, con un 49% a favor. Esta apertura se contrapone a la resistencia expresada por las generaciones mayores: solo el 20% de los Baby Boomers (60-78 años) y el 22% de la Generación Silenciosa (78-98 años) se mostraron dispuestos a participar en un proceso de selección gestionado por IA. La Generación X (44-59 años) se ubica en un punto intermedio, con un 30% de aceptación, reflejando una mayor incertidumbre y preocupación por la falta de subjetividad y sensibilidad humana.
El miedo a la deshumanización
Una de las preocupaciones centrales que genera la automatización de las entrevistas de trabajo es la deshumanización del proceso. Para muchos, la idea de narrar su historia profesional y personal ante una máquina carece de la calidez y el entendimiento humano necesarios para evaluar correctamente las aptitudes y la personalidad de un candidato. Es como “contar tu vida a una máquina expendedora”, como lo expresó Lars Nyman, director de marketing de CUDO Compute, en una entrevista a Newsweek.
Los detractores de la IA en las entrevistas argumentan que la interacción humana es crucial para evaluar habilidades interpersonales, detectar el potencial a largo plazo de un candidato y proporcionar una experiencia más justa e inclusiva. La empatía, el juicio humano y la capacidad de leer entre líneas son elementos difíciles de replicar por un algoritmo.
La perspectiva de la IA: eficiencia y objetividad
A pesar de las críticas, la IA ofrece ventajas significativas en el proceso de selección. Su capacidad para analizar un alto volumen de currículums en poco tiempo, identificar habilidades específicas y descartar prejuicios inconscientes hace que las empresas consideren su incorporación. Si bien algunas herramientas de IA se enfocan en un análisis objetivo basado en las respuestas del candidato (por ejemplo, HireVue analiza expresiones faciales y tono de voz), otras se basan en juegos o cuestionarios diseñados para evaluar habilidades cognitivas y emocionales, como en el caso de Pymetrics.
El cofundador de Nord Comms, Philip Gjørp, señala que la IA puede transformar el proceso de contratación al identificar atributos específicos y acelerar las etapas iniciales. Sin embargo, Gjørp también afirma que la IA no debe reemplazar por completo la interacción humana, al menos no en el corto plazo. Es una herramienta, no una solución definitiva.
Hacia un modelo híbrido: tecnología y empatía juntas
La clave para mitigar las preocupaciones sobre la deshumanización de las entrevistas de trabajo, parece residir en la creación de modelos híbridos que combinen la eficiencia de la IA con la sensibilidad humana. Varias empresas ya están adoptando este enfoque, utilizando la IA en etapas iniciales para filtrar candidatos y analizar información objetiva, para luego recurrir a entrevistas personales en las etapas finales del proceso de selección.
Este modelo híbrido no solo se limita a grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas empresas también pueden incorporar estrategias más sencillas, como el uso de herramientas de IA para organizar la información del candidato y asegurar la transparencia en el proceso. Incluso, la capacitación del personal en competencias digitales es clave para entender las posibilidades y las limitaciones de la IA, garantizando que la tecnología apoye al proceso sin reemplazar la interacción humana fundamental.
El futuro del trabajo: una colaboración entre humanos y máquinas
La transformación del mercado laboral impulsada por la IA es innegable. Mientras las generaciones más jóvenes muestran mayor adaptabilidad a la tecnología, las empresas tienen el desafío de integrar la IA en los procesos de selección de forma responsable y justa. No se trata de una batalla entre humanidad y eficiencia, sino de una colaboración entre ambos. El verdadero desafío será lograr un equilibrio entre la productividad y la equidad, creando procesos de selección que sean eficientes, objetivos y que preserven la dimensión humana crucial en las entrevistas de trabajo.
La transparencia, la capacitación y la implementación de modelos híbridos serán cruciales para construir un futuro laboral donde la tecnología no solo optimice los procesos, sino que también asegure un proceso de selección inclusivo y equitativo para todos los candidatos, independientemente de su generación o de sus características personales.