La sesión especial convocada en la Cámara de Diputados para debatir modificaciones a la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y rechazar el decreto 846 sobre canje de deuda culminó sin éxito debido a la falta de quórum. Este resultado fue celebrado por el Gobierno, que desplegó una intensa operación para evitar que la sesión se llevara a cabo.
La estrategia gubernamental para bloquear la sesión
Minutos antes del inicio de la sesión, se hizo evidente la imposibilidad de alcanzar el quórum necesario. Ante esta situación, diputados de diferentes bloques (Encuentro Federal, Unión por la Patria y Democracia para Siempre) solicitaron una prórroga hasta el jueves 21, a las 11 de la mañana. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Martín Menem, rechazó la prórroga y declaró la sesión como fracasada.
La estrategia del Gobierno se basó en ejercer presión sobre los gobernadores provinciales. La amenaza implícita era clara: si no colaboraban en el bloqueo de la sesión, el Gobierno retiraría el proyecto de Presupuesto y las partidas para obras en sus provincias. Esta presión resultó efectiva, neutralizando la ofensiva opositora que inicialmente se mostraba confiada.
Las bajas en los bloques opositores
El fracaso de la sesión se atribuyó a la ausencia de nueve diputados nacionales de Unión por la Patria. Se trata de los cuatro legisladores catamarqueños que responden a Raúl Jalil, dos de Santiago del Estero alineados con Gerardo Zamora, Tanya Bertoldi (Neuquén), y Adolfo Bermejo y Liliana Paponet (Mendoza).
La oposición también sufrió bajas en el bloque de Encuentro Federal. Ricardo López Murphy, Jorge “Loma” Ávila (Chubut), y Francisco Morchio (Entre Ríos), alineado con el gobernador Rogelio Frigerio, no estuvieron presentes. La UCR anticipó su ausencia, priorizando la discusión del Presupuesto. Esto a pesar de que fueron los autores del proyecto de ley para reformar la ley de DNU.
El Presupuesto como moneda de cambio
El Gobierno utilizó la amenaza de retirar el proyecto de Presupuesto como herramienta de presión, haciendo notar que se dejarían sin efecto las partidas asignadas para obras en las provincias. Este hecho deja entrever una negociación política tras bambalinas, donde el presupuesto se convirtió en el instrumento clave para bloquear la iniciativa opositora.
Este accionar fue criticado duramente por varios sectores de la oposición, que lo consideran una forma de chantaje y una falta de respeto al proceso legislativo. La utilización del presupuesto como moneda de cambio para evitar el debate sobre una iniciativa de ley tan importante genera preocupación sobre el uso del poder ejecutivo y la estabilidad política.
Reacciones y consecuencias
Luego del fracaso en el quórum, los bloques opositores que habían convocado a la sesión especial emitieron comunicados. Buscaban justificar su ausencia bajo el argumento de una supuesta negociación por el presupuesto 2025, aunque varios diputados opositores manifestaron su malestar por el acuerdo que dejó la sesión sin realizarse.
Un diputado de la oposición dialoguista, quien había trabajado para que la sesión se realizara, expresó su indignación con la frase “Espero que ahora aparezcan muchas cunetas y rotondas. Se cagan en la Constitución.”, mostrando el descontento hacia el trato del tema.
Análisis del fracaso opositor y consecuencias futuras
El fracaso del intento opositor para limitar el poder del Presidente para legislar vía DNU plantea interrogantes sobre el equilibrio de poderes en Argentina. La utilización del Presupuesto como herramienta de negociación, si bien es una práctica recurrente en la política, generó controversia por la trascendencia del tema a tratar y las maneras en las que se frenó el debate.
Para retomar la iniciativa, los bloques opositores tendrán que solicitar una nueva sesión. Queda por verse si el gobierno continuará con este estilo de manejo de la agenda parlamentaria o si buscará otros métodos para alcanzar consenso en temas clave como la ley de presupuesto y la regulación de los DNU. El futuro del debate dependerá, por lo tanto, del desenvolvimiento político de los próximos días.
El gobierno, al mismo tiempo, debe enfrentar las críticas que le llovieron desde la oposición por la utilización del presupuesto para garantizar su mayoría. El caso plantea un nuevo escenario de poder en el congreso, donde la necesidad de lograr acuerdos para aprobar temas importantes se confrontó con una estrategia de bloqueo basada en ejercer presión sobre los gobernadores provinciales.