Once meses después de su sorpresiva llegada al poder, Javier Milei continúa consolidando su influencia en el escenario político argentino. Su gestión, a pesar de las críticas y el ajuste económico, ha logrado una estabilidad imprevista, desafiando los pronósticos iniciales de un rápido fracaso. El rechazo a un retorno a políticas del pasado, aun con los coletazos del ajuste económico, alimenta la paciencia de un sector significativo de la población.
El presente favorable a Milei: una construcción contra los pronósticos
La gestión de Milei se ha caracterizado por una notable calma cambiaria, una disminución de la inflación y un control del Congreso a pesar de su minoría parlamentaria. Estos logros, sumados a la acertada apuesta internacional por la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, le otorgan una posición dominante en el panorama nacional.
Esta posición, sin embargo, se basa en gran medida en resultados macroeconómicos que aún no se traducen en una mejora tangible en la calidad de vida de la mayoría de la población. Esta es una importante variable a considerar en la proyección a futuro.
La influencia de Milei en el ámbito provincial: un juego complejo de alianzas y rivalidades
La figura de Milei trasciende la esfera nacional, orbitando en el accionar de los principales actores políticos locales. En Córdoba, por ejemplo, la dinámica política está fuertemente influenciada por las decisiones del presidente. Martín Llaryora, gobernador de la provincia, vislumbra un triunfo libertario para 2025, pero advierte sobre la necesidad de un cambio de enfoque para 2027, priorizando la generación de empleo.
Llaryora critica la postura del gobierno nacional, argumentando que el mercado por sí solo no resolverá los problemas de empleo, y que se necesita un plan específico para potenciar la industria. El gobernador afronta un escenario complicado por la creciente conflictividad salarial con los empleados públicos y las tensiones con el gobierno nacional por los fondos para la Caja de Jubilaciones. En este contexto, Llaryora denuncia la pasividad de la Justicia, particularmente la Corte Suprema, en la resolución del caso Córdoba-Caja y en el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia por parte del Ejecutivo nacional.
La puja por el espacio libertario en Córdoba: Juez y De Loredo
En la oposición cordobesa, la cercanía a Milei se convierte en un factor determinante. Luis Juez y Rodrigo de Loredo parecen competir por la mayor afinidad con el presidente, una estrategia que se vuelve particularmente importante considerando las elecciones de 2027. Juez, quien ostenta una relación directa con Milei, tiene la ventaja de no tener que participar en las elecciones de 2025, enfocándose directamente en su aspiración para 2027.
De Loredo, por su parte, busca acercarse al gobierno nacional. Esta estrategia se percibe como una amenaza por parte del sector de Juez. Si bien la posibilidad de una alianza electoral formal entre Milei y la UCR es considerada improbable por los propios radicales, un buen desempeño de De Loredo podría fortalecer su posicionamiento para la disputa por la gobernación en 2027 frente a Juez.
El futuro incierto
El ascenso de Milei ha reconfigurado el escenario político argentino. Su influencia se extiende a nivel nacional y provincial, generando un juego de alianzas y rivalidades complejas. Si bien su presente político parece sólido, el futuro es incierto y dependerá de su capacidad para consolidar su apoyo y traducir los resultados macroeconómicos en mejoras en la calidad de vida de la población.
La situación económica y las tensiones sociales continuarán siendo determinantes, junto a la capacidad de las diferentes fuerzas políticas para construir alianzas estratégicas y ofrecer propuestas viables para las elecciones de 2025 y 2027. El juego sigue abierto.