El año 2025 comienza con la triste noticia de un nuevo femicidio en Argentina. Claudia Leguiza, de 47 años, fue asesinada por su expareja, Walter Urbieta, en la ciudad de Junín, provincia de Buenos Aires. El agresor, tras cometer el crimen, se quitó la vida. Este caso, que conmociona al país, nos obliga a reflexionar sobre la persistencia de la violencia de género y la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y protección para las víctimas.
Un femicidio que conmociona a Junín
El crimen ocurrió en la madrugada del sábado en el barrio San Juan de Junín. Según las primeras investigaciones, Urbieta, de 48 años y ex chofer de las divisiones inferiores del Club Sarmiento, atacó a Leguiza con un fierro en su domicilio, provocándole la muerte. Vecinos alertaron a la policía tras escuchar gritos provenientes de la vivienda, pero al llegar al lugar, solo pudieron constatar el fallecimiento de la mujer. Urbieta huyó del lugar con uno de sus hijos menores, a quien luego dejó con un familiar antes de continuar su escape.
Tras un intenso operativo de búsqueda, el cuerpo de Urbieta fue hallado calcinado junto a su motocicleta en la Ruta Provincial N°65, cerca de la localidad de Tiburcio. Las circunstancias del hallazgo indican que se habría suicidado tras cometer el femicidio. La fiscal Vanina Lisazo, a cargo de la investigación, confirmó que existían denuncias previas de violencia de género por parte de Leguiza y una medida cautelar de prohibición de acercamiento contra Urbieta.
La violencia de género, una problemática persistente
El femicidio de Claudia Leguiza es un recordatorio doloroso de la persistencia de la violencia de género en Argentina. Este caso, lamentablemente, no es un hecho aislado. En los primeros tres días del 2025, ya se registraron dos femicidios seguidos de suicidio, lo que enciende las alarmas sobre la necesidad de abordar esta problemática de manera urgente y efectiva.
Según datos del Observatorio de la Violencia de Género, en 2024 se registraron 255 femicidios en el país. Esta cifra alarmante nos interpela como sociedad y nos exige un compromiso activo para erradicar la violencia machista. Es fundamental comprender que la violencia de género es un problema estructural que requiere un abordaje integral, con políticas públicas que promuevan la igualdad, la educación y la prevención.
Más allá de las cifras: el dolor de las familias y la necesidad de un cambio
Detrás de las estadísticas, hay historias de vida truncadas, familias destrozadas y un dolor irreparable. Claudia Leguiza deja siete hijos, tres de ellos menores de edad. Su muerte, como la de tantas otras víctimas de femicidio, nos exige ir más allá de la indignación y la conmoción. Es necesario que como sociedad nos involucremos activamente en la construcción de una cultura de respeto e igualdad.
La violencia de género no es un problema privado, es un problema público que nos afecta a todos. Debemos romper el silencio, denunciar los casos de violencia y acompañar a las víctimas. La lucha contra el femicidio requiere un compromiso colectivo, desde las instituciones del Estado hasta cada uno de nosotros en nuestra vida cotidiana.
¿Qué podemos hacer para prevenir la violencia de género?
- Educar en igualdad desde la infancia, promoviendo relaciones basadas en el respeto y la no violencia.
- Brindar apoyo y acompañamiento a las víctimas de violencia de género, asegurando su acceso a la justicia y a la protección.
- Fortalecer las instituciones y los mecanismos de atención a las víctimas, garantizando la eficacia de las medidas de protección.
- Promover la participación de hombres y mujeres en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
- Generar campañas de sensibilización y concientización para visibilizar la problemática y promover la denuncia.
El femicidio de Claudia Leguiza nos llama a la acción. No podemos permitir que la violencia de género siga cobrando vidas. Es hora de que como sociedad asumamos la responsabilidad de construir un futuro libre de violencia para todas las mujeres.
Junín llora hoy la partida de Claudia. Su caso nos convoca a la reflexión y a trabajar incansablemente en pos de la erradicación de la violencia machista. El camino es largo, pero no podemos claudicar en la búsqueda de una sociedad donde las mujeres puedan vivir libres y sin miedo. Recordemos siempre su nombre y el de todas las víctimas, para que su memoria nos impulse a seguir luchando por un futuro sin violencia de género.
Si sos víctima de violencia de género o conocés a alguien que lo sea, comunicate con la línea 144, gratuita y anónima, disponible las 24 horas.