El primer año de Javier Milei en la presidencia de Argentina ha estado marcado por una serie de paradojas. Mientras que las encuestas revelan una creciente aprobación de su gestión, impulsada en gran medida por la baja de la inflación y una relativa estabilidad cambiaria, su partido, La Libertad Avanza (LLA), se encuentra sumido en una profunda crisis interna, caracterizada por la falta de candidatos sólidos para las próximas elecciones legislativas y una creciente tensión entre el presidente y su vice, Victoria Villarruel. Esta aparente contradicción entre el éxito en la gestión y el caos en la estructura partidaria plantea interrogantes sobre la solidez del proyecto libertario y su capacidad para consolidarse como una fuerza política de largo plazo.
La búsqueda de candidatos: ¿Un regreso a los 90?
Ante la escasez de figuras políticas con experiencia y reconocimiento dentro de LLA, han surgido versiones que indican que Milei estaría considerando una estrategia similar a la empleada por Carlos Menem en la década de los 90: reclutar candidatos entre figuras del espectáculo, el deporte y el periodismo. Nombres como el del periodista Alejandro Fantino o el ex futbolista Martín Palermo han circulado en los corrillos políticos, despertando tanto la curiosidad como la preocupación de la opinión pública. Si bien estas figuras podrían aportar un atractivo mediático a las listas libertarias, su falta de experiencia en la gestión pública y su desconocimiento de las complejidades del sistema político argentino generan dudas sobre su capacidad para desempeñarse en cargos legislativos.
Esta estrategia, que algunos califican como un síntoma de la falta de cuadros políticos dentro de LLA, contrasta con la imagen de renovación y cambio que Milei proyectó durante su campaña presidencial. La apuesta por figuras externas a la política podría ser interpretada como una señal de debilidad y una renuncia a la formación de líderes propios, lo que a largo plazo podría debilitar las bases del partido.
El apoyo al gobierno: entre la ideología y la economía
Los estudios de opinión pública muestran un panorama complejo en cuanto al apoyo al gobierno de Milei. Si bien existe un núcleo duro de votantes que lo respaldan por afinidad ideológica, independientemente de los resultados económicos, un porcentaje significativo de su base electoral se sustenta en la expectativa de una mejora en su situación personal. Este grupo, más sensible a las fluctuaciones de la economía, podría volcarse hacia la oposición si las promesas de Milei no se materializan en el corto plazo.
La fragilidad de este apoyo condicional se suma a los riesgos económicos que enfrenta el país, como la escasez de dólares y el atraso cambiario. Si la situación económica no mejora sustancialmente en el próximo año, Milei podría perder el respaldo de este sector del electorado, lo que complicaría sus posibilidades de reelección en 2027.
La interna libertaria: Villarruel en la mira
La relación entre Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, se ha deteriorado notablemente en los últimos meses. Las diferencias ideológicas y estratégicas, sumado a las ambiciones políticas de Karina Milei, hermana del presidente y figura clave en el armado político de LLA, han generado una tensión que amenaza con fracturar el espacio libertario.
Las críticas de Villarruel a la gestión de Milei y su reticencia a respaldar la eliminación de las PASO, una medida impulsada por el oficialismo, la han convertido en el blanco de ataques por parte del círculo íntimo del presidente. Operadores políticos cercanos a Karina Milei han lanzado una campaña de desprestigio contra la vice, acusándola de traición y de conspirar con la oposición. La permanencia de Villarruel en el cargo se ha vuelto cada vez más inestable y su futuro político dentro de LLA es incierto.
Mientras tanto, Villarruel ha optado por un perfil bajo, evitando confrontaciones directas con el presidente y buscando descomprimir la tensión interna. Sin embargo, su silencio en temas clave como la reforma electoral y su distanciamiento de las decisiones del gobierno la han aislado dentro del espacio libertario.
El impacto de la Boleta Única de Papel
La posible implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en las próximas elecciones podría tener un impacto significativo en el escenario político argentino. La BUP eliminaría el llamado “arrastre mecánico” que beneficiaba a los candidatos que encabezaban las listas, obligando a los partidos a construir liderazgos propios en cada categoría.
En el caso de LLA, la BUP podría agravar la falta de candidatos, ya que el partido no cuenta con figuras con suficiente peso propio para competir en distritos clave. Por otro lado, la BUP también podría afectar al peronismo, poniendo en duda la candidatura de Cristina Kirchner, quien tradicionalmente se ha beneficiado del arrastre de votos.
¿Un futuro incierto para el libertarismo?
La combinación de la crisis interna, la falta de candidatos y los riesgos económicos plantea un escenario desafiante para el futuro del libertarismo en Argentina. Si Milei no logra resolver las tensiones dentro de su partido, consolidar su base electoral y generar confianza en su capacidad para gestionar la economía, el proyecto libertario podría perder impulso y quedar relegado a un segundo plano en la escena política nacional.
El próximo año electoral será crucial para definir el rumbo del libertarismo. Las elecciones legislativas no solo pondrán a prueba la capacidad de Milei para construir una fuerza política sólida, sino que también servirán como un termómetro para medir el apoyo real a su gobierno y su proyecto de país.