Puerto Tirol, una localidad chaqueña cercana al Gran Resistencia, ha experimentado un crecimiento urbano acelerado en las últimas dos décadas. Este proceso, aparentemente positivo, esconde una serie de riesgos ambientales y sociales que comprometen la sostenibilidad del municipio a largo plazo. Una investigación reciente de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) ha utilizado un enfoque innovador, basado en autómatas celulares, para modelar este crecimiento y sus consecuencias. Los resultados son alarmantes: la expansión urbana descontrolada está devorando terrenos agrícolas, aumentando la vulnerabilidad a inundaciones y saturando los servicios básicos.
Autómatas celulares: una mirada matemática al crecimiento urbano
La investigación, liderada por Vanesa Inés Jara en el marco de la Licenciatura en Geografía de la UNNE, utiliza autómatas celulares para simular la expansión urbana de Puerto Tirol. ¿Qué son los autómatas celulares? Imagine una cuadrícula, como un tablero de ajedrez. Cada cuadrado representa una porción de terreno y puede estar en uno de dos estados: urbano o rural. A través de reglas matemáticas simples, que simulan las decisiones de urbanización, cada celda ‘decide’ si se convierte en urbana o no en función del estado de las celdas vecinas. Este modelo, aunque simplificado, permite visualizar patrones complejos de crecimiento y predecir escenarios futuros.
El estudio analizó imágenes satelitales de Google Earth de los años 2000 y 2020, observando cómo la ‘mancha urbana’ se extendió sobre el territorio. La simulación con autómatas celulares confirmó lo que las imágenes mostraban: un crecimiento no planificado, que avanza como una mancha de aceite sobre zonas que antes eran campos de cultivo o espacios recreativos.
Consecuencias de la expansión descontrolada
El crecimiento urbano sin planificación tiene consecuencias negativas tanto para el medio ambiente como para la calidad de vida de los habitantes. La pérdida de terrenos agrícolas reduce la producción local de alimentos y aumenta la dependencia de productos importados. Además, la construcción indiscriminada sobre humedales y zonas de amortiguación hídrica incrementa el riesgo de inundaciones, un problema recurrente en la región chaqueña.
La investigación también alerta sobre la presión que este crecimiento ejerce sobre los servicios básicos. Las redes de agua potable, cloacas y electricidad no dan abasto para atender las necesidades de la población en expansión, lo que genera problemas de acceso a servicios esenciales y afecta la calidad de vida en los barrios periféricos. La recolección de residuos también se ve desbordada, dando lugar a la formación de basurales a cielo abierto que contaminan el suelo y el agua.
Otro factor crucial es la pérdida de espacios verdes. A medida que la ciudad crece, los parques, plazas y áreas recreativas disminuyen, afectando la salud física y mental de los habitantes. Los espacios verdes no solo son importantes para la recreación, sino que también cumplen funciones vitales en la regulación del clima, la absorción de CO2 y la conservación de la biodiversidad.
La necesidad de una planificación urbana sostenible
La investigación de la UNNE no se limita a diagnosticar el problema, sino que también propone soluciones. La clave, según Jara, está en la planificación urbana sostenible. Es fundamental que las autoridades locales implementen un plan de ordenamiento territorial que regule el crecimiento urbano, proteja los espacios verdes, promueva la densificación en áreas ya urbanizadas y garantice el acceso equitativo a los servicios básicos.
Este plan debe contemplar la creación de áreas protegidas, la promoción de la construcción de viviendas sociales en zonas con acceso a servicios, la inversión en infraestructura para la gestión de residuos y el desarrollo de un sistema de transporte público eficiente. También es crucial fomentar la participación ciudadana en el proceso de planificación, para que las decisiones reflejen las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
La planificación urbana no es solo una cuestión técnica, sino también política. Requiere un compromiso por parte de las autoridades, los desarrolladores inmobiliarios y la sociedad en su conjunto para priorizar el bienestar a largo plazo sobre los beneficios económicos a corto plazo. El caso de Puerto Tirol es un llamado de atención sobre los riesgos de un crecimiento descontrolado y la necesidad de construir ciudades más justas, resilientes y sostenibles.
El estudio de Jara, utilizando la herramienta de los autómatas celulares, ofrece una visión innovadora para comprender la dinámica del crecimiento urbano y sus impactos. Este enfoque, basado en la modelización matemática, permite anticipar escenarios futuros y planificar intervenciones que mitiguen los riesgos ambientales y sociales. Es un ejemplo de cómo la ciencia puede contribuir a la toma de decisiones informadas para un desarrollo urbano más sostenible.
La experiencia de Puerto Tirol puede servir de lección para otras localidades de la región y del país que enfrentan desafíos similares. El crecimiento urbano descontrolado no es un fenómeno inevitable, sino el resultado de decisiones políticas y económicas que priorizan la expansión sin considerar sus consecuencias. Es hora de cambiar el paradigma y apostar por un desarrollo urbano que ponga en el centro el bienestar de las personas y la protección del medio ambiente.