Argentina enfrenta un escenario complejo en su industria láctea, marcada por una búsqueda constante de crecimiento que sea sostenible a largo plazo. Este sector, crucial para la economía nacional, se encuentra en un punto de inflexión, donde las decisiones estratégicas de hoy definirán su futuro en el contexto de desafíos globales.
El panorama actual: desafíos y oportunidades
El año 2023 ha sido particularmente desafiante para la cadena láctea argentina. La caída en la rentabilidad y los precios afectó considerablemente la producción, lo que derivó en una contracción del 9.8% en la producción de materia prima, según datos proporcionados por Jorge Giraudo. Este descenso impactó más fuertemente a los tambos de menor tamaño, aquellos con producciones inferiores a 2000 litros diarios, que representan el 13.7% del total. Por otro lado, los tambos de mayor tamaño, con producciones superiores a los 6000 litros diarios, concentran el 37.5% de la producción total. Es en este contexto que se observa una tendencia a la concentración de la producción en manos de las empresas más grandes. Simultáneamente, se registró una caída significativa en el número de tambos y en la cantidad de vacas, evidencia palpable del escenario adverso enfrentado por el sector.
Sin embargo, no todo son sombras en el horizonte. La eliminación de retenciones a las exportaciones representa un importante avance que ha generado un clima de optimismo, permitiendo a la industria láctea argentina enfocarse en consolidar su presencia en mercados internacionales. La capacidad de las empresas para competir en el exterior se verá aún más potenciada en la medida en que se optimice la eficiencia productiva a nivel interno.
Análisis del mercado internacional y su impacto
A nivel internacional, se observan realidades diversas. M�nica Ganley, analista de Quarterra, señaló la falta de perspectivas de expansión en Europa y Nueva Zelanda, dos importantes jugadores en el sector. No obstante, mercados como Estados Unidos ofrecen buenas perspectivas, con márgenes positivos que estimulan el crecimiento de la producción. Este país también se destaca por sus inversiones orientadas hacia la producción de quesos, abriendo nuevas oportunidades para Argentina en materia de exportación de materia prima.
En Brasil, el escenario es algo distinto. A pesar de un consumo favorable impulsado por mejoras en el mercado laboral y la reducción de la inflación, el mercado se encuentra equilibrado entre la oferta y la demanda. Vale Bertini, de MilkPoint Ventures Brasil, proyecta una rentabilidad positiva para el año 2025, lo que podría implicar un mayor crecimiento de la producción. En este mercado, la sostenibilidad será crucial para mantener la competitividad en el largo plazo.
El desafío de la sostenibilidad
El camino hacia un crecimiento sostenible en la industria láctea argentina demanda una estrategia integral que aborde diferentes aspectos. En primer lugar, la calidad de la materia prima es fundamental. Cerca de la mitad de los tambos se encuentran por debajo del 3,44% de proteína promedio, una cifra que afecta la calidad y el valor de la producción. Mejorar este indicador a través de la implementación de Buenas Prácticas en los tambos será clave para un mayor valor agregado.
En segundo lugar, la eficiencia productiva es un factor clave para aumentar la competitividad a nivel global y para que los productores obtengan mejores rentabilidades. La consolidación de los tambos, la inversión en tecnología y la adopción de prácticas innovadoras en la gestión de los sistemas de producción se presentan como desafíos importantes en este ámbito. La adopción de prácticas que permitan un uso más eficiente del agua, una menor huella de carbono y una mejor gestión de los residuos y subproductos se presenta como un camino fundamental hacia la sostenibilidad. El fomento a la innovación tecnológica en el sector permitirá el desarrollo de soluciones más amigables con el medio ambiente y más eficientes.
Perspectivas de futuro
Si bien el año 2023 ha presentado importantes dificultades para el sector, existen luces de esperanza en el horizonte. La eliminación de retenciones, la mejora de la eficiencia y una fuerte apuesta por la sostenibilidad podrían dar lugar a un crecimiento sostenible en el futuro cercano. El consenso entre los distintos actores de la cadena, desde productores e industriales hasta el gobierno, es esencial para que el sector avance hacia un crecimiento que beneficie a todos.
La colaboración entre instituciones, universidades y empresas del sector resulta fundamental para promover la innovación tecnológica y la generación de conocimiento en materia de sostenibilidad. La cooperación público-privada será determinante para asegurar la disponibilidad de recursos y para la implantación de las medidas necesarias para fortalecer el sector y llevarlo hacia la sostenibilidad.
hacia un futuro sostenible
El crecimiento de la industria láctea argentina en un contexto global tan dinámico requiere una estrategia sólida y un enfoque sostenible. La optimización de procesos, la innovación tecnológica, la mejora de la calidad de los productos y una fuerte apuesta a las exportaciones serán las piezas clave en este rompecabezas. Es fundamental que los diferentes actores de la cadena trabajen mancomunadamente para crear un modelo productivo eficiente, rentable y respetuoso con el medio ambiente, que garantice la prosperidad a largo plazo del sector.