En la cárcel de San Francisco, Córdoba, Argentina, el rugby trascendió su naturaleza deportiva para convertirse en un instrumento de transformación social. Una iniciativa pionera, impulsada por el juez federal Pablo Montesi, fallecido en agosto de 2023, logró la creación de un pabellón exclusivo para internos que practican este deporte, un hecho sin precedentes en el sistema penitenciario argentino.
El legado de Pablo Montesi: más que un deporte, una filosofía de vida
El juez Montesi, apasionado del rugby, comprendió el potencial del deporte para fomentar valores como el trabajo en equipo, el respeto, la disciplina y la superación personal. Con esa visión, convenció tanto a los internos como a las autoridades del Servicio Penitenciario N°7 de la importancia de incorporar el rugby como herramienta de resocialización.
Su iniciativa no estuvo exenta de resistencias. Como afirmó el Ministro de Justicia y Trabajo de Córdoba, Julián López, el proyecto encontró oposiciones dentro del sistema penitenciario, ya que rompía con paradigmas establecidos en la organización de los pabellones, los cuales tradicionalmente se agrupan según criterios de nivel de peligrosidad, antecedentes, tipo de delito o compatibilidad social.
Un pabellón para la redención: un modelo a seguir
El pabellón de rugby, en funcionamiento desde mediados de 2023, alberga a más de 30 internos que conforman el equipo “Los Caranchos”, uno de los cuatro equipos carcelarios de la provincia. Su creación se basa en la observación de que la práctica deportiva contribuye a un ambiente más pacífico y reduce los conflictos. La ausencia de grandes episodios de violencia desde su puesta en marcha valida esta hipótesis y refuerza la idea de que el deporte, y en especial el rugby, puede contribuir significativamente a la resocialización de los presos.
El éxito de este proyecto abre la puerta a su potencial replicabilidad en otras cárceles del país. El ministro López destacó que se trata de una experiencia piloto, pero con la esperanza de extender este modelo exitoso a otros establecimientos penitenciarios. La experiencia en San Francisco demuestra la necesidad de explorar métodos innovadores para la rehabilitación y reinserción social de los internos.
Homenaje a un visionario: un predio con su nombre
Un sector del patio de la cárcel de San Francisco fue recientemente bautizado con el nombre de “Pablo Gustavo Montesi”, en homenaje a su compromiso y visión transformadora. El acto de inauguración contó con la presencia de diversas autoridades, familiares y amigos, así como del equipo de rugby de la cárcel y otro de la liga local, Los Charabones, quienes disputaron un amistoso para culminar el evento.
En sus discursos, las autoridades destacaron la figura de Montesi no sólo como un excelente juez, sino como una persona comprometida con la justicia social y la búsqueda del bienestar comunitario, un ejemplo inspirador para quienes luchan por una mejor sociedad. La creación del pabellón de rugby es un claro ejemplo de este compromiso, destacando la importancia de la justicia como elemento integrador y no solo sancionador.
Rugby y redención: un camino hacia la reinserción
El rugby en este contexto no es simplemente un deporte, sino una herramienta con un propósito superior. Su naturaleza intrínsecamente colectiva fomenta el trabajo en equipo, la cooperación y el apoyo mutuo, valores esenciales para la formación integral del individuo y necesarios para una reinserción social exitosa. La disciplina, el esfuerzo y la superación personal que demanda el deporte se trasladan a otros aspectos de la vida de estos internos, contribuyendo a una nueva perspectiva.
El compromiso de los internos del equipo “Los Caranchos” refleja un deseo genuino de transformación y reinserción, un paso que los ayuda a reconectarse con la sociedad de una manera sana, positiva y orientada hacia el futuro. Más allá de la competición, el rugby sirve como un catalizador de cambio, un pilar para construir una vida mejor luego de la libertad.
Más allá del juego: el deporte como agente de cambio
El caso de la cárcel de San Francisco representa una iniciativa innovadora con un impacto potencialmente transformador en el sistema penitenciario argentino. La idea de utilizar el deporte como herramienta de resocialización no es nueva, pero el enfoque holístico del juez Montesi, con la creación de un espacio específicamente diseñado para la práctica del rugby, muestra la importancia de la creatividad y la innovación en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales complejos.
El proyecto abre un camino prometedor para abordar el problema de la reinserción social, mostrando cómo la colaboración entre diferentes sectores de la sociedad –el Poder Judicial, el sistema penitenciario, el mundo deportivo- puede generar cambios positivos duraderos. La iniciativa trasciende el ámbito deportivo y ofrece una lección valiosa sobre la justicia social, la rehabilitación y la importancia del deporte en la construcción de un futuro más esperanzador para quienes han cometido errores y buscan una segunda oportunidad.
El legado de Pablo Montesi es un faro de esperanza, mostrando el potencial del deporte para promover la transformación social y la reinserción social. Su ejemplo inspira a replicar esta iniciativa y a buscar nuevas formas creativas de fomentar la justicia y la redención.