El asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte, histórico líder de la barra brava de Rosario Central, ha sacudido a la ciudad y ha desatado una ola de amenazas contra la mafia local. El crimen, perpetrado el pasado fin de semana, dejó en evidencia la profunda conexión entre el fútbol, la violencia y el crimen organizado en Rosario.
El Crimen de Bracamonte: Un Asesinato a Balazos
Bracamonte, de 52 años, fue acribillado a balazos junto a su lugarteniente, “El Rana” Attarzo. Ambos fueron trasladados al Hospital Centenario de Rosario, donde fallecieron minutos después. Testigos reportan haber escuchado al menos 20 disparos. El Ministerio de Seguridad de la provincia tuvo que reforzar la seguridad del hospital ante posibles reacciones de familiares y allegados.
El historial delictivo de Bracamonte es extenso. Su nombre ha estado involucrado en numerosos hechos de violencia y su supuesta cercanía con el cartel criminal “Los Monos” es bien conocida en la ciudad. Se estima que habría sufrido al menos 29 atentados previos contra su vida, sobreviviendo a varios de ellos. Recientemente, fue condenado por violencia de género. Este hecho y la creciente violencia entre bandas narcos son factores determinantes para comprender este asesinato.
Amenazas a la Mafia: Pintadas en el Concejo Municipal
Horas después del asesinato, aparecieron pintadas amenazantes en las puertas del Concejo Municipal de Rosario. Los mensajes, que incluyen frases como “Con la mafia no se jode”, hacían referencia a otros crímenes recientes en la ciudad. Se mencionaba a Bocachia, un joven asesinado en el río Paraná, y a María Ángeles Paris, una docente asesinada en una comisaría.
La policía ha utilizado las cámaras de seguridad del Concejo Municipal para investigar las amenazas. Las imágenes muestran a una sola persona dejando un bolso, pintando los mensajes y marchándose. Según la presidenta del Consejo Municipal, María Eugenia Schmuck, el individuo es claramente identificable en las grabaciones. La denuncia ya ha sido presentada ante la Fiscalía y las imágenes se han enviado para su análisis.
El Contexto de Violencia en Rosario
Rosario enfrenta un problema crónico de violencia, con un alto índice de homicidios relacionados con el narcotráfico y las disputas territoriales entre diferentes bandas criminales. La muerte de Bracamonte y las amenazas posteriores no son hechos aislados, sino que reflejan una realidad compleja y preocupante.
El caso de Bracamonte es un ejemplo claro de la influencia del crimen organizado en la vida cotidiana de la ciudad. La barra brava, lejos de ser un grupo aislado, suele estar estrechamente ligada al narcotráfico, al lavado de dinero y a otras actividades ilegales. La impunidad y la falta de una efectiva acción policial permiten que este tipo de redes operen con una relativa libertad.
Las implicaciones y el futuro
El asesinato de Pillín Bracamonte y las amenazas subsecuentes son una llamada de atención sobre la gravedad de la situación de violencia en Rosario. La impunidad con la que operan las organizaciones criminales requiere de una respuesta urgente y eficaz por parte de las autoridades. La investigación del asesinato y de las amenazas es crucial para desentrañar las redes criminales involucradas, y también para intentar contrarrestar el efecto intimidatorio que buscan generar estos actos de violencia.
Además de la acción policial, es necesario abordar las causas profundas de la violencia en la ciudad. Esto incluye un esfuerzo integral para desarticular las organizaciones criminales, mejorar las condiciones socioeconómicas de los barrios más vulnerables, fomentar la participación ciudadana en la seguridad y promover una mayor transparencia en las instituciones.
Rosario necesita un cambio profundo en su estrategia para combatir la violencia, más allá de la respuesta reactiva. La articulación entre las fuerzas de seguridad, las instituciones judiciales y la comunidad civil es fundamental para crear un ambiente más seguro y justo.