Un ticket de depósito bancario por 594.000 pesos, hallado durante un allanamiento, se convirtió en la pieza clave para ampliar los procesamientos de Fabián Di Julio, presunto líder de una asociación ilícita dedicada al contrabando de celulares y juegos de azar ilegales, y Gabriel Beain, un empleado de la Aduana de Mar del Plata. Ambos fueron imputados por cohecho, sumándose a las acusaciones preexistentes de asociación ilícita, lavado de activos y otras irregularidades.
El Ticket: Prueba Irrefutable de la Coima
El ticket del depósito, realizado en diciembre de 2021 en una sucursal del BBVA Francés, demuestra un pago efectuado por un empleado de Di Julio a la cuenta bancaria de Beain. Este monto, equivalente a 5.871,88 dólares según el tipo de cambio de la época, supera con creces el salario del funcionario aduanero y, según el juez Santiago Inchausti, solo puede explicarse como un pago a cambio de favores en las operaciones de importación de la organización.
La defensa de Di Julio argumentó que el depósito era la devolución de un dinero previamente entregado para la compra de teléfonos que nunca llegaron. Sin embargo, el juez consideró este argumento ‘inverosímil’, respaldado por evidencias que vinculan a Beain con la facilitación de importaciones para la banda, a menudo agilizando despachos en cuestión de minutos.
La Red Criminal: Contrabandistas, Apuestas Ilegales y Criptomonedas
La investigación, iniciada tras una denuncia anónima, reveló que Di Julio lideraba una sofisticada organización dedicada al contrabando de alta gama de celulares, administrando una página web de apuestas ilegales (teambplay.com) y utilizando criptomonedas para lavar el dinero obtenido en transacciones que superaban los millones de dólares. En la investigación se detectaron millones de dólares en operaciones sospechosas usando criptomonedas.
Durante los allanamientos realizados en mayo de 2024 se incautó documentación, dinero en efectivo, equipos informáticos y material relacionado con la minería de criptomonedas. El caso marca un precedente en Argentina al ser el primero en el que se decomisan fondos en criptomonedas como medida cautelar para resarcir el daño.
El Procesamiento: Prisión Preventiva y Embargos Millonarios
Di Julio fue procesado como autor de cohecho activo, además de asociación ilícita, lavado de activos y administración de juegos de azar ilegales. Beain fue procesado por cohecho pasivo y asociación ilícita. Ambos siguen en prisión preventiva, Di Julio en prisión y Beain con prisión domiciliaria, dada la posible fuga y/o entorpecimiento de la investigación que podrían provocar si recuperaran su libertad. Esto, a pesar del intento de la defensa del empleado de aduana por lograr la prisión domiciliaria.
El juez Inchausti mantuvo los embargos millonarios sobre sus bienes, de 10 mil millones de pesos para Di Julio y 300 millones para Beain, para resarcir el daño causado por las actividades ilegales de la organización.
Las Implicaciones del Caso
Este caso no solo expone una sofisticada red de contrabando y lavado de dinero, sino que también destaca la importancia de la cooperación entre las autoridades y la tecnología en la lucha contra la corrupción. El uso de criptomonedas y la estrategia utilizada por los acusados plantean nuevos desafíos para la Justicia en la investigación y el procesamiento de delitos económicos.
La evidencia encontrada en este caso sirve como un ejemplo del nivel de planificación y complejidad de las operaciones ilegales en la actualidad. Además, este caso subraya la necesidad de un mejor control y regulación de las transacciones con criptomonedas.
Un Caso Precedente
El descubrimiento de esta red de contrabando en Mar del Plata, y el éxito en utilizar pruebas como el ticket de depósito, representa un logro importante en la lucha contra el contrabando y la corrupción en Argentina. El resultado de la investigación servirá de precedente para futuros casos con esta complejidad.
Se espera que este fallo sirva de advertencia para aquellos que intentan eludir las leyes y corromper a los funcionarios públicos. La colaboración entre las fuerzas de seguridad y la Justicia resultó esencial para desarticular la red.