En el contexto de un escenario económico complejo, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, ha optado por una estrategia de obras públicas focalizadas en proyectos “low cost” de alto impacto, con el objetivo de generar visibilidad y contrastar su gestión con la de figuras como Javier Milei.
Obras públicas de alta visibilidad
La estrategia de Llaryora se centra en la ejecución de numerosas obras con presupuestos más modestos, pero ubicadas estratégicamente para maximizar su impacto visual y su repercusión en la opinión pública. A diferencia de grandes proyectos con largos plazos de ejecución, se privilegia la culminación de obras en menor tiempo y con una mayor visibilidad para la ciudadanía.
Este enfoque contrasta con la postura de Javier Milei, quien ha manifestado su oposición a la obra pública tradicional y ha criticado duramente la inversión en infraestructura. La estrategia cordobesa busca capitalizar esta diferencia ideológica para demostrar una gestión práctica y cercana a las necesidades de la población.
Ejemplos concretos: obras con bajo costo y alta visibilidad
- Nudo vial en avenida Ejército Argentino: Con una inversión de $4.868 millones, se espera la finalización de las obras en el tercer trimestre de 2025.
- Ampliación de la calzada de la avenida Padre Luchesse: Con un presupuesto de $2.899 millones, los trabajos se proyectan para 12 meses.
- Duplicación de la colectora interna de la Circunvalación de Córdoba: Junto con una pasarela peatonal en el Campus Norte de la UNC, este proyecto suma $3.014 millones.
- Iluminación de la ruta Villa Allende-Unquillo: Una obra de $177 millones que impacta positivamente en una ruta de alta circulación diaria.
Las obras mencionadas están a cargo de Caminos de las Sierras, empresa controlada por la provincia y concesionaria de peajes. El financiamiento se realiza a través de “aportes irrevocables a cuenta de futuros aumentos de capital”, un mecanismo que ha generado debate debido a su menor transparencia en la fiscalización del gasto.
Sin embargo, la administración provincial defiende este mecanismo argumentando que permite reducir costos y facilitar el acceso a financiamiento, permitiendo una ejecución más ágil de los proyectos.
La apuesta por la educación universitaria: un contrapunto a Milei
Paralelamente a la estrategia de obras públicas, el gobierno de Córdoba ha impulsado el relanzamiento de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), como parte de una política universitaria que se contrapone abiertamente a las propuestas de Javier Milei.
En el contexto del enfrentamiento de Milei con las universidades, Llaryora presenta el fortalecimiento de la UPC como una apuesta clara por la educación pública y superior. Este relanzamiento incluye la construcción de nuevas sedes en al menos siete ciudades del interior, la organización de los Juegos Universitarios Cordobeses 2024 y la puesta en valor del patrimonio existente.
Con una inversión de $37.900 millones en las nuevas sedes (equivalente al presupuesto de tres años de la UPC), Llaryora busca consolidar a la universidad provincial como un pilar fundamental de su gestión y generar una alternativa fuerte a la educación superior nacional.
Análisis económico y político de la estrategia
La estrategia de Llaryora presenta un interesante desafío en el equilibrio entre la austeridad fiscal y la necesidad de generar impacto político. Si bien las obras de bajo costo requieren una menor inversión, su cantidad y visibilidad buscan compensar la falta de megainversiones tradicionales, propias de la gestión de Schiaretti.
En términos políticos, la decisión se enmarca en un contexto de elecciones y tiene como fin claro mostrar gestión, generando un contrapunto con Milei. La decisión estratégica de Llaryora busca capitalizar el rechazo de algunos sectores a las posturas radicales del economista liberal. Al mismo tiempo, Llaryora debe gestionar las consecuencias de este contrapunto, teniendo en cuenta la compleja situación económica general del país.
Finalmente, la apuesta por la universidad provincial no sólo tiene impacto político en la contraposición ideológica con Milei, sino que también representa una inversión en capital humano y desarrollo regional de Córdoba.
una estrategia de gestión con desafíos
La gestión de Llaryora en Córdoba se presenta como una estrategia de gobierno que busca equilibrar los condicionamientos económicos actuales con las necesidades políticas de mostrar gestión y cercanía con la ciudadanía. Sus decisiones, tanto en el ámbito de las obras públicas “low cost” como en la inversión en la universidad provincial, buscan generar un impacto visible, generando un contrapunto a figuras como Javier Milei. El éxito de esta estrategia dependerá de la efectiva ejecución de las obras, así como del desarrollo y fortalecimiento de la UPC en la sociedad.