La reciente baja en las tasas de interés en Argentina ha generado un debate sobre la conveniencia de invertir en plazos fijos frente a la volatilidad del dólar. Este análisis compara la rentabilidad de ambos instrumentos a la luz de la actual desaceleración inflacionaria, proyecciones económicas y la expectativa de nuevas reducciones en las tasas.
Plazos fijos: Rendimiento actual y proyecciones
Actualmente, las tasas de interés para plazos fijos en Argentina presentan una gran dispersión entre las diferentes entidades bancarias. Mientras que algunas instituciones ofrecen tasas cercanas al 37%, otras se ubican por debajo del 30%. Este panorama, resultado de la desregulación de las tasas mínimas establecida por el Banco Central, dificulta establecer una tasa promedio representativa.
Según datos del Banco Central, la tasa de interés promedio para depósitos a 30 días se sitúa alrededor del 35,93% nominal anual, lo que se traduce en una tasa efectiva anual de aproximadamente 41,6% al considerar la renovación mensual de capital e intereses. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que este dato puede variar sustancialmente según la entidad bancaria y el plazo elegido.
La disminución en la tasa de interés de referencia dispuesta por el BCRA impacta directamente en la rentabilidad de los plazos fijos, generando una disminución de aproximadamente 4 puntos porcentuales en la rentabilidad ofrecida por los bancos. No obstante, este impacto debe ser evaluado en el contexto de la actual desaceleración inflacionaria.
Inflación y su impacto en la rentabilidad
El INDEC reportó una inflación del 2,7% en octubre, el valor más bajo en casi tres años. Si se mantiene este ritmo de inflación, la tasa efectiva anual del plazo fijo superaría al IPC, brindando una rentabilidad positiva en términos reales. En un escenario hipotético de inflación del 2,5% anual, la rentabilidad del plazo fijo sería aún más considerable, generando un margen positivo de alrededor de 7 puntos porcentuales.
Es importante destacar que la proyección de la inflación es un factor clave a considerar al evaluar la rentabilidad de los plazos fijos. Cualquier desviación significativa del ritmo actual de desinflación puede modificar sustancialmente el panorama. Diversas consultoras económicas ofrecen sus propias proyecciones, algunas de ellas proyectan una inflación anual del 118% para 2024.
Comparativa: Plazos fijos vs. Dólar
En el último año, la inversión en plazos fijos ha mostrado un rendimiento superior al del dólar MEP. Un ejemplo ilustrativo: una inversión de un millón de pesos en dólar MEP hace un año se hubiera convertido en 1.125.136 pesos al día de hoy, mostrando una ganancia anual de apenas 11,3%. En cambio, un plazo fijo realizado en las mismas condiciones habría generado una ganancia de 91%, una diferencia sustancial.
Si bien el rendimiento del plazo fijo en pesos ha sido menor que la inflación acumulada, superó ampliamente al del dólar en términos nominales. En términos de dólares, la ganancia del plazo fijo llega a un 69.8% (o USD 717) considerando la cotización MEP, resultando en una tenencia de USD 1.745.42.
Expectativas futuras y nuevas bajas de tasas
El mercado anticipa nuevas reducciones en la tasa de política monetaria, en consonancia con la tendencia a la desinflación. Mariano Gorodisch, periodista especializado en economía, afirma que el Gobierno espera los datos de inflación de noviembre para tomar una decisión al respecto. El objetivo del Gobierno sería bajar las tasas activas, impulsando así una reducción de la inflación.
El tipo de cambio dólar a $1100 resulta una fuente de preocupación para el gobierno debido a su impacto en el carry trade, una situación que se intensifica con el incremento del volumen de operaciones. El gobierno ve con buenos ojos una nueva baja de tasas, porque considera que reducirá costos para las empresas y evitará un incremento de precios.
En resumen, la decisión de invertir en plazos fijos o en dólares depende del horizonte temporal, la tolerancia al riesgo y las proyecciones de inflación y devaluación. Si bien la reciente baja en las tasas de interés ha impactado la rentabilidad de los plazos fijos, la actual desaceleración inflacionaria los posiciona como una alternativa competitiva en relación al dólar, al menos en el corto plazo. Sin embargo, la volatilidad del contexto económico argentino aconseja un análisis cuidadoso de las proyecciones antes de tomar una decisión de inversión.
Es fundamental mantenerse informado sobre las novedades económicas y las diferentes perspectivas de analistas para tomar la decisión más adecuada para cada inversor.