En las últimas semanas, dos casos que involucran a policías bonaerenses han acaparado la atención pública, generando preocupación sobre la integridad y la conducta dentro de la fuerza policial. Uno de los casos involucra la fuga de un oficial que evadió un control de identidad en Almagro, mientras que el otro involucra la participación de una oficial en una entradera en Garín. Ambos casos exponen falencias y generan preguntas sobre la capacitación, supervisión y las medidas para asegurar la conducta ética de los agentes de seguridad.
Fuga en Almagro: Un oficial evade un control de identidad
El viernes 15 de noviembre, aproximadamente a las 22:15 horas, un policía bonaerense de la seccional 1° de Berazategui, identificado como F.D., fue detenido en Almagro luego de evadir un control de identidad. El oficial, que se encontraba fuera de servicio, circulaba en motocicleta por la Avenida Rivadavia y la calle Colombres cuando fue requerido por las autoridades.
Al ser solicitado para identificación, F.D. se dio a la fuga, iniciándose una breve persecución que finalizó con la caída del oficial de su motocicleta. Inmediatamente, fue aprehendido y trasladado a la comisaría 5° de Almagro. La Agencia de Asuntos Internos (AGAI) ya inició actuaciones administrativas sin encuadre por el incidente, mientras que el detenido permanece alojado en la alcaidía a la espera de las investigaciones pertinentes. El hecho subraya la importancia de la responsabilidad individual y el cumplimiento del reglamento, aún fuera de servicio.
Entradera en Garín: Detención de una oficial y un cómplice
Un caso más grave es el de la oficial C.M.L., de 28 años, quien fue detenida junto a A.J.D., de 24 años, por su presunta participación en una entradera en Garín el jueves 31 de octubre. Según la denuncia, ambas personas irrumpieron en el domicilio de un hombre de 34 años y su madre jubilada de 63, mientras dormían, robándoles dinero en efectivo y objetos de valor.
La investigación, llevada a cabo por la Sub DDI de Escobar, incluyó el análisis de cámaras de seguridad y tareas de campo que permitieron identificar a los sospechosos. La fiscal Valeria Antequera, a cargo de la UFI N° 5 de Escobar, emitió órdenes de allanamiento en cinco inmuebles ubicados en Garín y Del Viso. Durante estos allanamientos, se recuperaron diversos objetos robados, incluyendo una importante suma de dinero en efectivo y armas, lo cual refuerza la seriedad de la acusación.
Además de la detención de A.J.D., donde se encontraron un teléfono iPhone 13, perfumes, y 270.000 pesos en efectivo, en otros domicilios se encontraron 800 dólares, documentación personal de la oficial, papeles de un Fiat Cronos, y llaves del vehículo. En un inmueble de Del Viso se halló un revólver calibre .32, municiones, varias joyas, y 1.800.000 pesos en efectivo. La oficial C.M.L., que se desempeñaba como Oficial Subayudante en la Comisaría 5° de Pilar, fue arrestada en su lugar de trabajo. Según fuentes cercanas al caso, incluso se le imputa la sustracción de pertenencias de la comisaría donde trabajaba.
Ambos detenidos enfrentan cargos por robo calificado en poblado y en banda, además de privación ilegal de la libertad. La Dirección General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense intervino, apartando a la oficial de su cargo. Las investigaciones continúan para determinar si existen otros posibles cómplices involucrados en este hecho que afecta gravemente la confianza pública en las fuerzas de seguridad.
Impacto y consecuencias: la necesidad de reformas
Estos dos casos, tan disímiles en sus circunstancias, comparten la preocupante realidad de la participación de policías bonaerenses en actividades ilegales. Ambos incidentes resaltan la necesidad de implementar reformas profundas dentro de la fuerza para prevenir futuros actos de corrupción y asegurar la ética profesional de sus miembros. Se deben reforzar los sistemas de control, transparencia y capacitación, además de promover una cultura de responsabilidad individual y rendición de cuentas.
La confianza pública en las fuerzas de seguridad es fundamental para el buen funcionamiento del Estado de derecho. Estos casos ponen de manifiesto la urgencia de medidas para mantener esa confianza, basadas en una evaluación exhaustiva de los procedimientos internos, la implementación de mecanismos eficientes de control y la sanción ejemplar de los miembros que transgredan la ley. La ciudadanía espera una respuesta contundente por parte de las autoridades, garantizando investigaciones justas y el castigo correspondiente a las conductas reprochables.
Las detenciones de estos dos policías bonaerenses exponen serios problemas dentro de la institución. Se hace imperativo investigar a fondo estas situaciones, analizar las falencias y tomar medidas urgentes para fortalecer la integridad y la confianza pública en las fuerzas de seguridad. La transparencia y la rendición de cuentas son claves para restaurar la confianza y asegurar que las fuerzas de seguridad sean una protección efectiva para la sociedad.