En un hito significativo para la Armada de Ucrania, la corbeta Hetman Ivan Mazepa (F211), la primera de una clase de dos buques construidos por Turquía, ha completado con éxito sus pruebas de fuego en el Mar de Mármara. Este evento marca un progreso substancial en la recuperación de las capacidades navales ucranianas, las cuales han sido mermadas tras años de desinversión y las pérdidas sufridas en la fase inicial de la invasión rusa.
Pruebas de fuego exitosas
Las pruebas, documentadas en un video difundido por el Ministerio de Defensa de Ucrania, mostraron el eficaz funcionamiento de los sistemas de armamento de la corbeta. Estas pruebas, llevadas a cabo por personal de empresas turcas involucradas en el proyecto, como STM (la supervisora del programa), incluyeron disparos con el armamento principal y secundario del buque.
El cañón principal OTO Melara Super Rapid de 76 mm demostró su precisión al ser utilizado contra objetivos terrestres en simulacros de apoyo de fuego naval. Las capacidades de defensa puntual también fueron evaluadas con éxito mediante el sistema antiaéreo GÖKDENIZ de 35 mm, provisto por ASELSAN, junto con disparos de una de las estaciones de armas remotas. Si bien aún faltan detalles, se espera que las pruebas continúen en las próximas semanas.
Detalles técnicos y capacidades
Basada en el diseño de las corbetas Ada de la Armada de Turquía (Proyecto MILGEM), la Hetman Ivan Mazepa tiene un desplazamiento de 2.400 toneladas, una eslora de 99,56 metros y una manga de 14,40 metros. Su arsenal presuntamente incluirá un sistema de lanzamiento vertical de misiles (VLS), equipado con misiles VL MICA de MBDA. Estas especificaciones, junto con los resultados de las pruebas, pintan un panorama de una corbeta capaz de desempeñar un rol crucial en la defensa de la costa ucraniana.
Las pruebas de navegación y sistemas de combate también han formado parte de las evaluaciones, asegurando la integración completa de los diferentes sistemas a bordo y su interoperabilidad para un funcionamiento óptimo en escenarios operativos reales. El éxito de estas pruebas representa una buena noticia para Ucrania en un contexto de conflicto en el que la capacidad naval resulta estratégica.
La segunda corbeta: Hetman Ivan Vyhovskyi
Mientras la Hetman Ivan Mazepa finaliza sus pruebas, la segunda unidad de la clase, la Hetman Ivan Vyhovskyi, avanza en su construcción. Botada a principios de agosto pasado por el astillero RMK Marine, se encuentra en su fase de equipamiento e instalación final en la obra muerta. Se espera que esta corbeta inicie sus pruebas de navegación en un futuro cercano, fecha que aún no ha sido divulgada por los entes gubernamentales o militares ucranianos.
La construcción conjunta de estas corbetas por Turquía y Ucrania representa un ejemplo de cooperación internacional en tiempos de conflicto. El apoyo de Turquía se revela clave en la modernización de la Armada de Ucrania y su capacidad para defender sus intereses marítimos. La finalización y puesta en marcha de ambas corbetas marcará un punto de inflexión en la capacidad naval ucraniana, añadiendo unidades modernas y bien equipadas a su flota.
Implicaciones estratégicas
La incorporación de estas corbetas a la Armada de Ucrania tiene implicaciones estratégicas considerables. Estos buques mejorarán significativamente su capacidad de vigilancia marítima, protección de la costa y respuesta a amenazas navales. El arsenal de la corbeta, que incluye misiles VL MICA, potencia aún más su capacidad de defensa.
Además, la experiencia adquirida durante el proceso de construcción y prueba, así como la cooperación técnica con Turquía, proporcionarán un conocimiento invaluable para el desarrollo futuro de la industria naval ucraniana. Este proceso de modernización puede fortalecer la autonomía estratégica del país en lo que respecta a la defensa de sus aguas territoriales.
El futuro de la Armada ucraniana
Con la exitosa culminación de las pruebas de fuego de la Hetman Ivan Mazepa y el continuo progreso de la Hetman Ivan Vyhovskyi, la Armada ucraniana se encuentra dando un paso considerable para la modernización de sus capacidades. Este proyecto no sólo contribuye a la seguridad marítima del país en el contexto del conflicto, sino que también proyecta un futuro en el que Ucrania podrá confiar en una defensa naval más eficiente y autónoma. La reconstrucción post-conflicto también incluirá, necesariamente, esta modernización naval.
Es importante mencionar la importancia del apoyo internacional para la reconstrucción y modernización de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Este proceso de colaboración técnica, de adquisición de armamento y entrenamiento militar, resultará vital en los próximos años para la seguridad y la soberanía del país.