El reality show “Por Amor o por Dinero”, conducido por Alejandro Fantino en El Trece, finalizó abruptamente antes de lo previsto, marcando un fracaso en materia de audiencia y planteando interrogantes sobre la estrategia de programación del canal.
Un fracaso anunciado: los bajos números de audiencia
Desde su estreno, el programa tuvo dificultades para captar la atención del público. A pesar del carisma de Fantino y la llamativa premisa del reality – parejas compitiendo por un importante premio económico mientras conviven en un mismo espacio–, la audiencia no respondió como se esperaba.
Según datos de Kantar Ibope Media, “Por Amor o por Dinero” registró un promedio de apenas 2,9 puntos, con un pico de 3,4 puntos en su debut. Estas cifras quedaron muy por debajo de las expectativas del canal y provocaron su repentina cancelación después de solo un mes y medio en pantalla. Esto generó un debate interno en El Trece, analizando los errores en la estrategia de programación y marketing que llevaron al fracaso del programa.
La competencia implacable: Bake Off Famosos como ejemplo de éxito
El reality de Fantino se enfrentó a una fuerte competencia en el horario central, coincidiendo con el estreno de “Bake Off Famosos” en Telefe. Este programa de pastelería amateur, conducido por Wanda Nara, se convirtió en un verdadero fenómeno de audiencia, superando constantemente a su competidor en El Trece con cifras mucho más elevadas, llegando a marcar 15,2 puntos en comparación a los 4,7 de la segunda emisión de Por Amor o por Dinero.
El contraste entre los buenos resultados de “Bake Off Famosos” y el fracaso de “Por Amor o por Dinero” puso de manifiesto la importancia de contar con un formato atractivo y original para enganchar al público. Mientras el programa de Telefe ofrecía un formato ameno y divertido, la propuesta de El Trece parece que no logró conectarse emocionalmente con los televidentes.
El adiós de Fantino y el futuro de El Trece
Tras la cancelación del reality, Alejandro Fantino se despidió públicamente agradeciendo a El Trece por la oportunidad de haber trabajado en prime time. Sin embargo, su despedida marca un nuevo capítulo en el debate sobre la estrategia de programación del canal, que necesita encontrar contenidos que conecten con la audiencia para recuperar terreno en el competitivo panorama televisivo argentino.
Con “Por Amor o por Dinero” fuera del aire, El Trece busca retomar el camino. La programación nocturna del canal seguramente se reajustará para ofrecer alternativas que atraigan a una audiencia mayor. Se rumorea que Sebastian Wainraich con su “La noche perfecta” podría tomar el espacio dejado por el reality de parejas.
Un análisis de las causas del fracaso
Varios factores pueden haber contribuido al fracaso del reality. Entre ellos, la falta de originalidad en el formato, la saturación del mercado con realities de parejas y la competencia directa de programas muy exitosos como Bake Off Famosos. La estrategia de programación de El Trece al colocar este formato contra uno tan fuerte, ya demostraba un panorama complicado de superar.
El público parece mostrar una preferencia por formatos más amenos y menos confrontacionales, aunque hay excepciones como Gran Hermano. Por Amor o por Dinero no logró destacarse ni ofrecer un valor diferencial.
lecciones aprendidas y nuevos rumbos para la televisión
El fin abrupto de “Por Amor o por Dinero” sirve como una lección para la industria televisiva argentina. Enfatiza la importancia de apostar por formatos innovadores, la necesidad de un exhaustivo análisis de mercado, y la importancia de entender lo que el público está buscando en la actual parrilla programática.
El Trece deberá analizar detalladamente este fracaso y ajustar su estrategia para futuras propuestas, buscando contenidos que resonén con su público objetivo y que se puedan defender en la dura competencia del mercado. Solo así podrá asegurarse un lugar destacado en la televisión argentina.