Israel ha intensificado sus bombardeos en el Líbano en los últimos días, mientras que Estados Unidos ha propuesto un alto el fuego de 60 días para intentar poner fin al conflicto entre Israel y Hezbolá. La situación es extremadamente tensa, y las consecuencias de una escalada militar son impredecibles.
Intensificación de los bombardeos israelíes
El jefe del Ejército israelí, Herzi Halevi, declaró que los ataques contra Hezbolá continuarán hasta que se garantice el regreso seguro de más de 60.000 evacuados de las comunidades del norte del Líbano. Según Halevi, “Hezbolá seguirá disparando y nosotros seguiremos luchando, implementando planes, yendo más allá, realizando ataques profundos y golpeando a Hezbolá muy duro. Nos detendremos cuando sepamos que estamos trayendo de regreso a los residentes a salvo”.
Los ataques se han concentrado en la zona de Daniyeh, en los suburbios del sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, donde se han registrado al menos tres oleadas de bombardeos. La ciudad costera de Tiro también ha sido objetivo de los ataques israelíes. Israel afirma tomar precauciones para proteger a la población civil, enviando peticiones de evacuación antes de cada ataque, y asegura que los bombardeos se dirigen contra objetivos militares de la milicia chií libanesa. “Hezbolá ha infiltrado sistemáticamente su infraestructura terrorista entre la población civil libanesa, explotándola cínicamente como escudos humanos”, indican en un comunicado militar israelí.
Respuesta de Hezbolá y esfuerzos diplomáticos
Hezbolá ha respondido a los ataques israelíes lanzando al menos 66 proyectiles y cuatro drones contra diferentes puntos del norte de Israel, incluyendo Haifa, la Alta Galilea y la Galilea Occidental. El grupo ha reivindicado algunos de estos ataques, asegurando que sus objetivos eran bases militares israelíes. Estos ataques recíprocos han incrementado la tensión y el riesgo de una escalada.
En medio de este fuego cruzado, la diplomacia ha cobrado un papel crucial. Estados Unidos ha propuesto un alto el fuego de 60 días. Según fuentes gubernamentales libanesas, la embajadora de Washington en Beirut, Lisa Johnson, presentó un plan de 13 puntos que incluye esta tregua temporal y el despliegue de tropas libanesas en la frontera entre ambos países. Si bien Líbano ha manifestado interés, todavía se espera una respuesta oficial de Israel.
Contexto histórico del conflicto
Este recrudecimiento de las hostilidades se enmarca en un conflicto más amplio que comenzó hace más de un año. La situación actual se vio desencadenada por una nueva invasión israelí al Líbano el 1 de octubre de 2024, después de varias semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país. Entre las acciones israelíes figura la explosión coordinada de miles de dispositivos de comunicación utilizados por Hezbolá. Este repunte de violencia ocurre tras más de once meses de combates en la frontera con Hezbolá, siendo a su vez consecuencia de ataques perpetrados en octubre de 2023 por el grupo terrorista Hamas y otras facciones palestinas en Israel.
La complejidad del conflicto requiere de una comprensión profunda de sus antecedentes y causas profundas, que van más allá del reciente recrudecimiento de la violencia. Para una visión más completa se recomienda investigar sobre el rol de Irán como aliado clave de Hezbolá, la situación política interna del Líbano, y el persistente conflicto entre Israel y Palestina.
Posibles escenarios y análisis
La propuesta de alto el fuego de 60 días es un intento de evitar una escalada militar mayor con consecuencias impredecibles para ambos países y para la estabilidad de la región. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa depende crucialmente de la voluntad de ambas partes de participar en negociaciones de buena fe y de su capacidad para acordar los términos de una solución a largo plazo.
El regreso seguro de los evacuados es otro factor esencial en el desarrollo de los eventos. Si las partes en conflicto logran cooperar para facilitar este regreso, podría facilitarse la construcción de confianza mutua y allanar el camino para negociaciones más amplias. Mientras tanto, la amenaza de un mayor conflicto sigue latente, haciendo que el seguimiento cercano de la situación sea de la mayor importancia.