El debate sobre la incorporación de la inteligencia artificial (IA) en el sistema judicial argentino se ha intensificado recientemente. Preguntas sobre eficiencia, equidad y la misma naturaleza de la justicia se plantean a medida que la tecnología avanza a pasos agigantados. Este artículo explorará las perspectivas de diversos actores, analizando tanto los posibles beneficios como los riesgos inherentes a esta integración.
El Impacto de la IA en la Justicia: Aceleración y Eficiencia
La promesa central de la IA en el ámbito judicial es la optimización de procesos. Tareas administrativas repetitivas, como la revisión de documentos, la organización de expedientes y la asignación de casos, podrían automatizarse, liberando a jueces, fiscales y abogados para enfocarse en tareas más complejas que requieran juicio crítico y análisis contextual.
Algunos fueros, como el Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de CABA, ya están experimentando con sistemas de IA para agilizar la detección de caducidades en procesos de ejecución fiscal. Estas pruebas piloto muestran el potencial para reducir tiempos de respuesta y mejorar la eficiencia general del sistema, aunque todavía se encuentran en fases iniciales.
Preocupaciones Éticas y Sesgos Algoritmicos
La integración de la IA en la justicia no está exenta de controversias. Un punto crucial es el riesgo de sesgos algorítmicos. Los algoritmos de IA se entrenan con datos, y si estos datos reflejan sesgos preexistentes en la sociedad (por ejemplo, raciales o de género), la IA podría perpetuar o incluso amplificar esos sesgos en las decisiones judiciales.
Expertos como Ricardo Andrade, licenciado en Letras y filósofo de la tecnología, advierten sobre la posibilidad de una mayor criminalización de ciertos grupos sociales si la IA toma decisiones sin la intervención humana necesaria para contrarrestar estos sesgos. El peligro reside en delegar una falsa objetividad a un algoritmo, replicando de manera inconsciente las desigualdades existentes.
El Rol del Juez y la Garantía del Juez Natural
La pregunta fundamental que surge es: ¿puede la IA reemplazar a un juez? Jimena de la Torre, consejera de la Magistratura, afirma tajantemente que no. La delegación de la toma de decisiones a una máquina violaría la garantía del juez natural, un principio fundamental del derecho que asegura la imparcialidad e independencia del órgano judicial.
De la Torre sostiene que la IA puede ser una herramienta valiosa para automatizar tareas, agilizar procesos y mejorar la eficiencia, pero no puede, ni debe, reemplazar el juicio humano, la interpretación contextual y la aplicación de la ley a casos individuales.
El Punto de Vista Sindical: Velocidad vs. Calidad de Justicia
Tania D’Andrea, militante sindical judicial, plantea una perspectiva desde los trabajadores judiciales. Ella resalta que la aceleración de procesos mediante IA no debe traducirse en una mayor carga laboral o en la precarización de las condiciones de trabajo.
Sitraju CABA, el sindicato que representa a los trabajadores judiciales en la Ciudad de Buenos Aires, desarrolla capacitaciones tecnológicas para que los empleados puedan adaptarse a los nuevos desafíos planteados por la IA. Es importante, según D’Andrea, que la tecnología mejore el acceso a la justicia, y no solo la velocidad del proceso.
Perspectivas Futuras y Retos
La implementación de la IA en el sistema judicial argentino se encuentra aún en sus etapas iniciales, planteando una serie de desafíos que deben ser abordados con cautela. Es esencial crear un marco regulatorio que defina los límites y usos permisibles de la IA, considerando las implicaciones éticas y las garantías constitucionales.
La necesidad de transparencia y la capacidad de auditar los algoritmos utilizados son cruciales. Además, se requiere una inversión en capacitación para asegurar que los trabajadores judiciales puedan utilizar eficazmente las nuevas herramientas y comprender sus implicaciones. El camino hacia la integración de la IA en la justicia demanda un diálogo multidisciplinario, involucrando a expertos en tecnología, derecho, ética y a los mismos trabajadores judiciales, para asegurar que la tecnología sirva para mejorar y fortalecer, no debilitar, el sistema.
Un Equilibrio Delicado
La inteligencia artificial ofrece un enorme potencial para modernizar y eficientizar el sistema judicial argentino. Sin embargo, su integración debe realizarse con cautela, transparencia y un fuerte compromiso ético. El foco debe estar en utilizar la IA como herramienta auxiliar que complemente, no reemplace, la función esencial del juez en la administración de justicia, garantizando la equidad, la imparcialidad y el acceso a la justicia para todos.